martes, 30 de noviembre de 2010
Paseando conmigo mismo. *
lunes, 29 de noviembre de 2010
Querido diar... digo... querido confesionario.
Las ganas de desahogarme me invaden. Me encontraba, hacía menos de cinco minutos, en mi habitación haciendo nada, simplemente estar encerrado amargándome tras un día (y una noche) plagados de agua en forma de lluvia, algo inusual por estos lares; y, en general, una jornada de lo más surrealista. La confusión me invade también, y es por ello que me decido a emprender un -corto- camino con el fin de despejar mi mente.
Me despedí rápidamente de la gente con la que dialogaba por distintos chats, me alcé de mi "trono", me abrigué, cámara, móvil, iPod, cascos, bili y libreta en mano. El perro, Gari, quiso acompañarme y no me negué, me ofrecí para sacarlo de paseo. Las nubes estaban altas, así que puedo prescindir de paraguas. Descendí decidido hacia un lugar inhóspito, con unas vistas aceptables. Mi cara era inexpresiva. Estaba como ausente. Pero no, no era un sueño, tranquilos. Todo es muy real. Me senté bajo un abstracto monumento, donde aún me encuentro. Ese que es posible de avistar cuando se accede a Adeje vía El Galeón (los adejeros me entienden...) y comencé a escribir con dificultades debido a la paulatina falta de luz.
Después de este punto y aparte, una pausa. Comienzo a meditar, portando mi Nikon en la mano y sacando unas cuantas fotos cutres debido a la paupérrima cantidad de luz y a mi falta de recursos y complementos. Paciencia... Medito, sí. Veo pasar una ingente cantidad de vehículos con las luces encendidas por la autopista. Vehículos pilotados por personas como yo, como tú, como cualquiera: con familia, amigos, con pasado, desgracias, angustia, alegría, con problemas... iguales, pero diferentes. Soy tan solo uno más dentro de la inmensa multitud... y no por ello me siento desgraciado ni olvidado ni rechazado ni obsoleto. Me surgen dudas: ¿Por qué nos enamoramos? ¿Por qué discutimos? ¿Por qué queremos? ¿Por qué existe el odio... el desamor? ¿Por qué deseamos ignorar? ¿Por qué existe la discriminación, la xenofobia? ¿Tan necesario es hacerse tantas preguntas? La solución a todos estos enigmas es quizás la misma: la ausencia de solución. ¿Son de verdad inexplicables? No se. Se pueden encontrar respuestas totalmente subjetivas, obviamente. La mía es infinita: irá construyéndose a base de aprender, pensar, experimentar, intentar, fracasar, levantarme, etcétera. Y cuando piense que ya tengo una respuesta claro, surgen cinco dudas más. Y así siempre. Dura vida la del pensador, pero vale la pena... ¿vale la pena?
La luz existente aquí ya no me permite ni ver lo que escribo. Son las 19:06 (¿¡36 minutos ya!?). Pienso dar por concluída esta obra-reflexión-descripción, pero me doy cuenta súbitamente del error cuando empiezo a ver gente y gente dirigiéndose hacia un punto determinado: el bar. Claro imbécil... es el Barça - Madrid. El evento del año junto con la visita del papa. Impresionantes ambos. Decenas de fanáticos reunidos en distintos bares, consumiendo y esperando el "gran clásico". Quedan unos 45 minutos. Ya estaba a punto de girar hacia la derecha, para emprender la recta final que me llevaría a mi casa, pero giré hacia el otro lado. Me senté en un banco, donde me encuentro ahora mismo, y donde escribo lo que lees. Até al perro al banco.
Mientras pienso, acompañado de la música de Vetusta Morla a todo volumen en mis oídos, soy testigo de un acto quizás nimio para muchos, pero relevante para mí. Quedé fascinado. Gari the dog, de repente, muy alterado comienza a ladrar, pero pronto para. Es un gato. Blanco y con un ojo verde y el otro azul. Precioso. Corre nada deprisa hacia el, ya que le solté, y veo como el felino no se mueve. Ambos se miran fijamente. Extraño es que mi perro no le hiciera alguna golfada, muy propio en él. No había peligro de ningún tipo: los dos tenían el mismo tamaño más o menos... mi perro es pequeño y el gato grande. ¿Que qué pasó? Nada. Se olieron, como si se conocieran de toda la vida. Incluso se mimaron un poco. Acto seguido, el gato, animal individual, comienza a andar y, tras él, Gari. Un perro y un gato. Parece como si se amaran. Y nosotros aún discriminamos a gente de otras ¿razas? ¿Es que existen razas? Para mí son todos personas.
Probablemente muchos no comprendan el mensaje que intento transmitir. Pero no importa. Sé que hay alguno que sí lo entenderá. Esos son los valiosos para mí.
Son ya casi las 20 horas. Tengo que ver el partido.
Y así termino.
Bizarra confusión amorosa
Esa es la palabra:
confusión.
Un sinfín de ideas
por mi cabeza
oprimen al corazón
con tristeza,
con amargura...
y me llevan a un estado
casi de total locura.
Y el amor.
El amor omnipresente...
es por su culpa
que me siento ausente.
El que me trasmite tantos males
y tanta alegría.
Tantos pensares,
tanta agonía.
Dudas,
surgen dudas existenciales...
¿Por qué estamos aquí
sino por amor?
Ante todo, a nuestra vida.
Esa noria:
parece que alcanzo la dicha,
estoy en la cima...
pero entonces decaigo
y solo me entienden mis rimas.
Vida negra
o vida iluminada.
Depende del momento
y de la mirada;
del entorno...
o de nada.
Pero también por amor hacia otros,
claramente.
Esa necesidad que te mantiene consciente...
¡Sí, estás vivo!
Ese amor carnal...
Necesito de las caricias,
de lo abrazos,
de los mimos...
de ese algo que me haga pensar
"de esto no me olvido".
¡Sí, estoy vivo!
Pero lo abstracto sigue ahí.
¿Algún día partirá
a algún lugar lejano?
La confusión sigue en mí.
Y gracias...
o no.
jueves, 25 de noviembre de 2010
¿Feliz ignorancia?
Pero de repente, una familiar silueta corría. Era del todo negra, acorde a su entorno. Corría y gritaba. ¿De qué huía? No había nada de que huir. Era un grito espantoso, inverosímil con cualquier otro. La sombra se para y logro verle los ojos: era yo. Yo mismo me observaba extrañado pero sin exaltaciones.
- ¿De qué huías? - me pregunté.
- De mis sentimientos. ¿Vale de verdad la pena seguir adelante? Es decir, soy un alma perdida en un mundo gris casi negro. Un mundo que hace que te cuestiones dónde está el amor... guerras, discusiones inútiles, peleas, discriminación, xenofobia, desprecio a lo diferente y un largo y deprimente etcétera. Mi alma es bondadosa y mis ideas diferentes, algo aparentemente beneficioso no solo para mí, sino para los otros. Pero, las cuestiones no cesan ¿es cierto que es necesario seguir trabajando, seguir esforzándome? ¿Seguir pensando? ¿Seguir... viviendo?
- Hombre, todo depende de los ojos con los que mires el mundo. Sin duda, seguir viviendo es más que necesario: sin la vida no vives obviamente y ¿sabes qué harás luego? Quizás ir al paraíso o, no sé, al infierno... al limbo, o si no serás simplemente un cadáver más sin alguna utilidad y tu alma no irá a ninguna parte, porque no existe. Lo que te ha tocado vivir a ti... bueno, a mí... es convivir rodeado de estúpidos ignorantes felices, que no se preguntan nada pero que nunca llegarán a ningún sitio. No han de huir, ni si quiera de su ignorancia, ya que ignoran que ignoran, no saben que no saben... y el principal saber, es saber que no sabes nada. Sin embargo, tú... yo, soy uno de esos masoquistas independientes. De esos que sabe que merece la pena luchar, esforzarse y seguir adelante con tus ideales. Al fin y al cabo, un ignorante no se entrega a nadie ni a nada, y te harán feliz las personas y las cosas a las que te entregues, no las que utilices.
- Siempre he preferido ser ignorante. Pero no lo soporto. Creo que he escogido los caminos más inhóspitos, muchos de los cuales me han llevado al fracaso. De uno de ellos intento huir, pero es infinito... la ignorancia es infinita y eso me reconcome.
Entonces, desperté...
miércoles, 24 de noviembre de 2010
La vida es un castigo [y la muerte es la salvación(no estúpido neardental)] y la muerte ... un capricho de esta misma
sábado, 20 de noviembre de 2010
Una vida, ¿un futuro?
Un futuro... con ésta palabra, aunque tenga varias y diversas acepciones, creo que aquí podré usarla como lo que la vida nos prepara mas allá del presente. Lo que vendrá.
Estas dos palabras, aunque no lo parezca, en la mayoría de la gente de la sociedad de hoy día, no están muy ligadas en su pensamiento. Sí, estaremos de acuerdo en que todos tenemos vida, que todos estamos vivos. Pero, ¿y un futuro?
Porque, para mí, mucha gente no tiene futuro. Es que... tanta fiesta, tanto alcohol, tantas pastillas, tantos porros, tantas peleas, tantas navajas, tanta mala leche, tantas malas miradas, tanto descontrol, tanto pensar en el ahora y tanto no me importa lo que les pase a los demás ni qué sera con los mios, solo vivo para divertirme y poder ponerme a 100% una noche más.
Si miras todo eso, ¿qué sera de ellos en unos 20 años? Sacando cuentas, tengo 16. A los 36, toda esta gente estará con el sistema nervioso como una persona de 50-60 largos. El que no, con fallos hepáticos agudos. El que no, con los pulmones mas negros que las buenas intenciones. El que no, sin dientes. El que no, con más de unos cuantos puntos de sutura. Y en muchos casos se encuentra en una pequeña parcelita de 2x1, a dos metros bajo tierra y con paredes de pino.
No sé, llamadme tradicional, pero... yo quiero tener una familia, unos estudios, un trabajo, una casa, un perro, un coche y unos vecinos con los que quedar para hacer una chuletada. Despertarme un domingo, y que un pequeño Samuel me esté tirando de un dedo del pie para que me levante y vaya a hacer el desayuno y así ver juntos los dibujos mañaneros de algún canal de la tele. Así luego, llevarle a la cama a la mujer que ha hecho mi sueño posible, el desayuno. No es el sueño americano. Es el sueño de vivir feliz, con quien eres feliz, mientras te retiras de una vida más activa (ojo, sin dejar de hacer cosas, que a los 36 todavía me quedara mucho por hacer), a otra que deje paso a realizar unas espectativas de ver cómo se desarrolla "tu pequeña contribución a la siguiente generación" y de hacer eso que siempre te habría gustado hacer.
Vale, un idilio, aunque espero montar mi futuro, con un mínimo de parecido a ese. Sí, sé que cambiaré mucho de aquí a ese momento y que muchas cosas han de pasarme. Pero somos quienes somos, ¿no?. Y puede que a fin de cuentas sea una utopía, pero no sabría vivir mi día a día, si no tuviera presente, al menos de vez en cuando, cómo quiero que sea mi vida futura, pues lo que haga ahora, influirá mas de lo que cualquiera pueda pensar. Y aunque lo parezca, no es tanto tiempo.
Bueno, y dime tú, que aspiración de futuro tiene cualquier kinki (y digo kinki, pero este modelo de vida se ha visto extendido a todas las clases sociales habidas y por haber, desgraciadamente a mis conocidos también. No creáis que os salváis metaleros, skaters, "originales" y demás), sin cultura alguna, sin otro pensamiento que su "peña", que su "piva", que su fiesta, su alcohol y sus drogas. Sí bueno, ahora no os parece grave. Pero esa gente llegara a sus 30 tacos y se vera haciendo lo mismo que a los 16. Una banal existencia, una irréfuta aspiración subliminal de vivir rápido en una fiesta y sumergido en ríos de alcohol y drogas. Os llevará la corriente.
Bueno, sin mas análisis, esa es mi sinopsis, os dejo con lo que para mi es esencial, en parte. Vosotros podéis quedaros con vuestros sucedáneos
domingo, 14 de noviembre de 2010
Pájaros en cabezas cuadradas. Vol. II
Pero, pensándolo bien, si todo fuera tan fácil, si cada uno pudiera ser el único mediador entre el principio y el fin de sus preferencias... ¿no se formaría un caos absoluto? Todo el mundo querría ser primero... todo el mundo sería primero. No habría competividad, no habría mejores ni peores, no habría roles ni especializaciones en determinados conceptos o tareas. Todos seríamos iguales. No existirían las preferencias. Y el amor, ¿existiría el amor? Todo el mundo podría ser perfecto si así lo desea, es decir, todos seríamos perfectos. No nos fijaríamos en los pequeños detalles ya que todos tendríamos inmensas cosas. Lo poseeríamos todo, absolutamente todo... y aún así querríamos más. Las metas desaparecerían y, junto a ellas, el deseo de autosuperación. ¿De verdad es eso vida? Elegir algo sería cuestión de cara o cara.
Sin embargo, en la vida real, muchas veces, es cuestión de cara o cruz. "No somos libres, estamos condicionados..." - me dicen. Pueden pensar así si es lo que desean pero yo ya digo que mi desacuerdo con esa cita es amplio. Eres libre de hacer lo que quieres, solo necesitas una cosa: querer hacerlo. El deseo, la ambición, el inconformismo. No criticar a la sociedad de hoy en día diciendo que es cuadrada y cada día menos soberana, pero conformándote siendo uno más, un perro ladrador y poco mordedor, hablar, decir, hablar, decir y no actuar. Abre los ojos: sí, puedes ser un ladrillo más en el castillo de una sociedad... o de unos pocos; puedes ser diferente si quieres; puedes llegar lejos si lo intentas... aunque fracases, aunque lo pierdas todo por jugar al azar o por arriesgar... tienes la posibilidad de remontarte a tus inicios con la cabeza erguida y sangre fría... volver a elegir entre cara o cruz. De hecho, somos, en cierta medida y aunque todavía muchos "productos de una sociedad -para ellos- cuadrada" lo nieguen, factores decisivos de nuestro fin, huelga decir que no los únicos: si queremos seguir pensando que estamos condicionados, perfecto, estarás condicionado... pero si, por otro lado, no nos conformamos con ser uno más y de verdad deseamos criticar, actuar y avanzar (respectivamente), perfecto, seremos enemigos de la sociedad encarcelada... de la sociedad cuadrada. Esto demuestra que somos libres, de elegir entre cara o cruz, o entre controlado o incontrolable. Y eso lo decide alguien: tú.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Agujeros en el cielo
Allí, en medio de la noche, más allá de medianoche me encontraba, en el entorno más propicio para pensar... pensar en la innumerable cantidad de belleza que escapa de nuestra perspectiva, en ocasiones, de sentimientos ciegos; y en lo simple que puede parecer esa belleza a veces, quedando la mayor de las preciosidades reducida a un rostro o, incluso, a un gesto. "¡Cuánta belleza en este mundo!" - pensé - "Belleza omnipresente, pero oculta y solamente visible cuando nosotros lo deseamos, aunque no elijamos qué es bello y qué no, surgiendo esto de nuestro subconsciente sin pedirlo ni reclamarlo... Belleza subjetiva, por supuesto. Subjetiva es tanto la sensación que transmite a cada uno, como la forma de expresarla -o no- a continuación." Pasaba por mi cabeza cómo iba a escribir esto que has leído, estás leyendo y terminarás -espero- de leer, aunque fue algo inútil ya que no estoy describiendo lo que quería contar en ese momento, sino que lo que recuerdo que quería contar. Me emocionaba al recordar momentos felices de mi vida, con el cada día más desenfocado recuerdo del calor que me pasaban sus labios pegados a los míos, de su sonrisa, de su forma de abrazarme, de hablarme, de desearme, de hacerme reír... de llorar desconsoladamente... y de cómo deseo que todo eso vuelva a repetirse, quizás no con ella, ya es complicado... mucho... pero si con otra por la que vuelva a sentir aquel cosquilleo en el estómago, aquel pulso aceleradísimo al pensarla u observarla, aquellos pensamientos de "¿Me querrá? No, seguro que no... ¿O si?". El deseo... el deseo de esa felicidad, de ese bienestar mutuo, de ese amor recíproco, persiste en mí -ingratamente- desde aquel día en que tuvimos que dejar todo atrás. Ya no te quiero, pero te quise como a nadie, pero no como quise... quizás te quise demasiado, ese fue mi error. Desde entonces ando como un loco buscando algo tan bello como todo eso. Y he encontrado infinidad de cosas bellas, lógicamente. Ese cielo estrellado puede ser un ejemplo. O la cantidad de gente absolutamente impresionante que he conocido. O los momentos que me han sacado una sonrisa. Incluso un chiste que me haga llorar de la risa... O lo más "irrelevante"... Pero nada como ese amor, como esa belleza, como esos recuerdos.
Me eché hacia un lado. El derecho. Y sobre la arena y bajo el saco abierto, comencé a dormir. Me gustaría contar también qué soñé, que suguramente fue algo interesantísimo. Pero no me acuerdo. "Buenas noches" - me dije.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Superhéroe. Vol 1.
Lástima que no quisiera repetir. No estaba de humor para repetir. Es más, ni siquiera había prestado atención a esa noche tan maravillosamente encantadora. No quería ver ni esa noche, ni el día, ni ninguna otra cosa, simplemente, quería acabar ya. Estaba, no en un rascacielos, pero sí en un bloque de apartamentos bastante alto. La ya encantadora noche, terminaba de mostrar su atractivo presentando la caída de la lluvia desde tal perspectiva, sin duda una vista... arrebatadora, que él, no estaba disfrutando. Se subió al muro de la azotea, no era muy alto, le llagaba por la cadera. Miró hacia abajo... y pensó: "Aquí termina todo, supongo".
Tenía un pie en el vacío, cuando escucho gritos. Una discusión entre una hija y su padre. No parecía nada del otro mundo. Volvió a mirar hacia la calle, no había nadie. De pronto, escuchó portazos, unos pasos que parecían acercase escalera arriba y finalmente la puerta de la azotea abrirse. Parecía la chica de abajo. Caminó sollozando hacia una esquina y se tiró allí. En este momento pensó nuestro hombre: "Plan de vuelo cancelado".
Bajó del muro de la azotea, practicamente no hizo ruido. Caminó muy despacio intuyendo, entre el ruido de la lluvia, y la oscuridad, dónde estaba la joven por sus incesantes llantos. Si había algo que le desgarraba, era el llanto. Cuando llegó a la altura de la muchacha, pudo ver su rostro gracias a que esta se había resguardado en un cuarto de herramientas, un tanto en desuso y que poseía una pequeña, pero suficiente luz. Era de tez blanquecina, ojos marrones y rodeados de un aro rojo causado por las lágrimas derramadas. Era de estatura media, 1'60 tal vez, claro que agazapada de aquella manera, no era fácil discernir su altura. Su pelo era castaño, era imposible determinar si rizado o liso, le cubría parcialmente la cara y se empapaba aún más con las aguas que manaban de los ojos de su propietaria. Y sus líneas faciales dibujaban un dulce rostro cuando se apartó los cabellos, aún reflejando tristeza, su belleza era considerable.
Un carraspeo y la chica levantó la mirada, que se cruzó con el apenado y preocupado rostro del hombre, que dijo:
- Me llamo Roma, encantado. A la vez que apenado por haberte conocido con tremendo temporal.
La chica sonrió y añadió:
- Ojalá el temporal fuera el peor de mis problemas. Encantada, me llamo Ari. ¿Podrías sentarte junto a mí? No quiero estar sola.
En sus palabras de desesperación sentí algo en mí que fluía helando mi cuerpo. En principio pensé "le escribo un comentario, intentando animarlo..." pero claro, es Brani. Necesita una entrada para él solo. ¿He dicho "necesita"? Quería decir "se merece"... eso y mucho más. Aunque es una dedicación personal, cuelgo el siguiente vídeo que me vino en mente mientras leía las letras perfectamente reflejadas para deleitar a todos con un simple anuncio de Repsol que, cuando lo vi por primera vez casi se me salieron las lágrimas, y la segunda, y la tercera, y... En fin, para mí es algo más que un anuncio, es un poema, no recomendable, sino obligatorio de Rudyard Kipling llamado Si (If, en la versión original). Allá va... Brani, for you:
Expectativas de felicidad ...
Felicidad:
Todos estaríamos bien, si lo mas importante que tuviéramos que decidir en nuestra vida es si queremos la carne muy o poco hecha (Samuel Alvarez Rodriguez, en expectativas de felicidad 1)
Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien (real academia española en su vigésima segunda edición)
¿Ves? mi propio idioma dice que para ser feliz necesitas tener algo, simplemente un sentimiento.
Para ser feliz necesitas tener dinero, y no te lo niego, ¿pero donde esta tu aporte moral? ¿acaso ... dudas de tus otras capacidades para lograr la felicidad? ¿tuviste que vender tus propios ideales, cambiar tu estilo de vida para ser feliz?
Desde que nací quise jugar en la NBA ¿crees que no lo intente? ¡pues claro! me mate por ello pero un dia tuve que dejarlo y fueron 3 años de mi vida en que mis antiguos compañeros mejoraron de una forma admirable y ¿yo que? volvi y no me rendi, me cuesta, he intentado poner a su nivel, en 1 año, y creedme siempre llego cansado exhausto por todos los fallos que cometo, pero soy feliz.
Nunca e tenido una novia con la que me sienta comodo siempre acabo creando ideas en mi cabeza y acabo estropeando las cosas, o simplemente no soy correspondido, pero soy feliz.
No estoy a gusto nunca, ni siquiera cuando escribo pero soy feliz, a veces ...
Todo el mundo piensa que tener ataques esporadicos de inmadurez o mostrarme frio no tengo sentimientos, pues los tengo y uno de ellos es la rabia que contengo al veros llorar por que no teneis un i-POD o unas zapatillas nuevas cuando la mayoria vivis en casas enormes que a comparacion con la mia son castillos. Yo tambien me quejo y lloriqueo por unas zapatillas pero yo llevo 9 años de pobre viviendo con padres orgullosos y familias luchadoras y solo alcanzan a cubrir, ¡fijaos bien!, mis libros, la ropa y la comida pero ante todo no pienso que este me vaya hacer feliz, os tengo de claro ejemplo a vosotros ja.
conozco a 12 personas de mi familia, y las otras tienen sus nombres inscritos en enormes lapidas, murieron en la guerra. Una guerra que fue causada por dinero, interes politicos y por "algunos" fue causada por capricho. Ellos morieron felices ;) ¿Por que? por eran unos viejos borrachos con el unico objetivo de paz.(¿quien me iba a decir que a dia de hoy algunos desearian estar muertos? su paz fue quebrantada con la idea de posesion)
La felicidad es un sentimiento, que en ocasiones es cubierto por la avaricia, por la avaricia de un mundo globalizado el nuestro
domingo, 7 de noviembre de 2010
Pájaros en cabezas cuadradas. Vol. I
Lo mejor de la televisión en general, es que cuando está encendida en mi casa me culturizo: leyendo libros o cosas por internet o charlando... Y no se me ocurren más factores beneficiosos de ese aparato llamado coloquialmente tele (del griego, "a distancia", ¿casualidad?). Por favor, todo programa televisivo y más concretamente los más seguidos, nos hacen cabezas cuadradas; son los culpables, entre otros, de muchos fracasos; además, fabricantes de gente cada vez más inepta e infantil y que lo demuestra, a parte de con los comentarios anteriormente citados por mí, con su comportamiento y su manera de pensar digna de una sociedad claramente determinada y dependiende.
Chicos y chicas, sobre todo adolescentes y alrededores, por favor, quitaos esos pájaros de la cabeza: lo más probable es que seamos la primera generación en muuuuuchos años que va a vivir peor que la de nuestros padres; la crisis no es ninguna leyenda urbana. Hay que conformarse con poco y, al mismo tiempo, ser inconformistas, querer mejorar, tener metas humildes y no exitosas, sino valiosas. Una carrera no es tan solo un conjunto de personas, vehículos etc. que lucha por llegar primero en un espectáculo meramente deportivo, sino también una formación o enseñanza postobligatoria que te ayuda a tener cierto standing y una posición determinada en una sociedad con una economía en decadencia y que cada día más está en un segundo plano, eclipsada precisamente por la voluntad excesiva de poseer una fama, por cierto, en la mayoría de los casos, efímera.
Continuará...