lunes, 29 de noviembre de 2010

Bizarra confusión amorosa

Confusión.
Esa es la palabra:
confusión.
Un sinfín de ideas
por mi cabeza
oprimen al corazón
con tristeza,
con amargura...
y me llevan a un estado
casi de total locura.

Y el amor.
El amor omnipresente...
es por su culpa
que me siento ausente.
El que me trasmite tantos males
y tanta alegría.
Tantos pensares,
tanta agonía.
Dudas,
surgen dudas existenciales...
¿Por qué estamos aquí
sino por amor?
Ante todo, a nuestra vida.
Esa noria:
parece que alcanzo la dicha,
estoy en la cima...
pero entonces decaigo
y solo me entienden mis rimas.
Vida negra
o vida iluminada.
Depende del momento
y de la mirada;
del entorno...
o de nada.

Pero también por amor hacia otros,
claramente.
Esa necesidad que te mantiene consciente...
¡Sí, estás vivo!
Ese amor carnal...
Necesito de las caricias,
de lo abrazos,
de los mimos...
de ese algo que me haga pensar
"de esto no me olvido".
¡Sí, estoy vivo!

Pero lo abstracto sigue ahí.
¿Algún día partirá
a algún lugar lejano?
La confusión sigue en mí.
Y gracias...
o no.