martes, 5 de octubre de 2010

Expectativas de felicidad

Reitero graciosamente, en este peculiar derroche de fantasía y un lenguaje en miras de ser filosófico, mi opinión o mejor dicho, mi análisis de lo que podría ser nuestra felicidad. Bueno, a riesgo de ser pesado escribo esto. Porque, no aporto soluciones, solo planteo dudas, te hago pensar, a ti, querido (ademas de escaso) lector. Es que, como anteriormente mencioné, nadie sabe a ciencia cierta qué es la felicidad. Dudo, que alguien que no sea un idiota, la haya experimentado en su totalidad.

La felicidad es algo, que a la mayoría de las personas que pensamos nos es vetada. Se nos muestra (gusto de apoyarme en una odiosa referencia a la biblia, en el que del Árbol del Edén les es vetado el fruto a nuestros "antepasados" Adán y Eva) y se nos pone en un pedestal bien alto para que admiremos lo tan lejos, pero, a la vez tan cerca que la tenemos.

Hoy en día, con tantas puertas abiertas y las que quedan por abrir, tenemos una libertad tal (incluso tras habérsenos negado gran parte de ella, pero, estamos acostumbrados) que la misma visión de lo que podemos hacer y lo que podremos conseguir, nos aterra, nos atemoriza, nos priva de nuestro tan ansiado "Fruto del Edén".

Porque, para ser sinceros. Todos estaríamos bien, si lo mas importante que tuviéramos que decidir en nuestra vida es si queremos la carne muy o poco hecha. Que lo demás, fuera fácil o que no repercutiera demasiado en nuestra vida. Hacer lo que queremos cuando queremos y de la forma que queremos. Todo seria mucho mas fácil. Sin complicaciones morales, sin dilemas éticos, sin celos, sin envidia, sin dolor, sin trabajo, sin necesidades, sin... sin... trascendencia.

Pero, cuando despiertas de este idilio, se esfuma esta dulce fantasía. La miel moja tus labios pero, no calmas tus ansias de este preciado carmín dulce. Tus decisiones, a pesar de que tienen repercusiones en el mundo que te rodea, tienen trascendencia en como vives tu vida y en como la viven los que te rodean. De repente, pasas de estar en un sueño donde todo es de color rosa y todo es confortante a estar en un mundo ("real") en el que casi lo único que otorga la felicidad momentánea y te deja volar mas allá de tus limites es lo ilícito, lo prohibido, lo oculto, lo marginado, "El Fruto", "La tentación"

Bueno, esto nos deja unas preguntas existenciales bastante ávidas de respuesta. Unas preguntas voraces que nos carcomen por dentro y nos dejan bastante consternados. Consternados ante el aparente sin sentido que (al menos por ahora) adquieren nuestras erráticas vidas. Unas preguntas que ya acosaron a otra gente como Inmanuel Kant, un filosofo (el cual conozco por haberlo dado en filosofía).

¿Qué debo hacer?¿Cómo debo vivir mi vida?¿Qué tengo que esperar del futuro?¿Sirve de algo nuestra existencia?¿ Y cuándo muera? ¿ Habré contribuido a algo mayor?¿ Podría haber sido mejor persona?... Y así interminablemente.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Te planteas una pregunta y aparecen incesablemente cinco más. Es la (dura) vida de los que son, o al menos lo intentan, ser listos y, por así decirlo, audaces e inconformistas.

Branislav Bozanic dijo...

sinceramente me encanta