martes, 12 de julio de 2011

Sociedad... me encanta...

De nuevo la RAE:


Sociedad: Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida.


Una vez más, comienzo como si esto fuera para un grupo de personas amplios. Pero para mi desilusión, he descubierto que Comico-drama cuenta entre sus filas menos visitas que mi perfil de Tuenti, y eso que soy bastante anónimo en cuanto a redes sociales. Me da igual, yo seguiré haciendo gala de mi optimismo y seguiré pensando que algún día lo leerá mucha gente y seguiré teniendo la esperanza de que no estemos tan echados a perder como hasta ahora se me ha venido demostrando.


Para no seguir amargándote con mis penas, a ti, querido lector, iré al grano, al alma matter de la cuestión y título de la entrada, que además posee su definición como encabezado: Las sociedades. Y una vez más, como siempre que vengo aquí asco, estaba hablando del tema y me dio por comparar la sociedad con algo, para hacer un concepto más claro, directo y sencillo de lo que realmente se dice. Con lo cual, me topé con una analogía que parecía identificarse incluso más de lo que me esperaba con el concepto. Y ojo, con estas analogías raras mías no es que dude de las definiciones de esa institución que ha hecho tanto por nuestro lenguaje, preservándolo del tiempo y de los estúpidos, así como del messenger y de las redes sociales, de ignorantes, racistas y feministas, y cómo no, de los sub-productos de nuestra propia desidia en el habla, que por lo general queda reflejada en el papel, en nuestro caso, la pantalla.


No me hago rogar, diré ya mi exitosa comparación que incluso a mi me ha sorprendido. He comparado a la sociedad con una mierda, heces, excremento, cúmulo de desechos, defecación, excreción, caca, rolo, boñiga, cagada, mojón, etc... Sí, porque éso es lo que es, una gigantesca y mundial mierda, en la que nosotros apestosos humanos nos hacemos un camino cada día, apartando porquería y tapándonos la nariz, aceptando nuestro asco y conviviendo con lo que nos rodea. Porque, a fin de cuentas, lo que pasa con todo lo que toca el hombre, es eso: Que termina hecho una mierda, en la que las moscas, ociosas en su arte de asegurar el paso de la siguiente generación, dejan sus pequeños huevecitos; que más tarde eclosionarán para dar paso a unos pequeños gusanos que se alimentarán del detritus que les rodea. Así, revolcándose y alimentándose a bocanadas de ese manjar tan suculento que se les facilita, se acomodan y se sienten como en casa.


Ahora, es fácil pensar: "Psss... el tío este... ya que puso tan por las nubes su analogía, podría currársela un poco más, porque yo también sé decir que la sociedad es una mierda, que no es nada nuevo". Pero, eso era solamente una pequeña introducción de contexto, mi análisis viene ahora, no desesperen señores.


Comencemos por los gusanejos. Como todo ser recién nacido y aún a medio formar, esta forma de vida se arrastrá devorando sin medida alguna todo rastro de este pastizal en el que se halla metido. Avanza como puede, a empellones, pues no está solo (malditas nuevas reglas de la R.A.E.) y se topa con otros que, como él, buscan sobrevivir y convertirse en mosca. Y al fin, y al cabo, nuestra sociedad, así como nuestro receptáculo de observación defectivo, quien gana, a menudo no es el más fuerte, el más preparado, el mejor; gana al que más le gusta abrir la boca -así como otros orificios corporales- e inflarse de mierda hasta la sesera.


Luego, las moscas. Estos son nuestros papis. Que como todo progenitor intenta extender su rama del árbol genealógico, propagando por allí y por allá, sus pequeños huevecitos, cargados con nuevos devoradores de excrementos: ávidos de su lasciva misión. Unos felices de lanzarnos al mundo, y otros, que en vez de una mierda, vulgar y cotidiana, hubieran preferido dejarnos hacer nuestra vida en un rico y suculento pastel de chocolate y caramelo. Pero es lo que hay, a regañadientes o no, hemos de criarnos en la porquería.


Y luego...¿qué fue primero?¿la mierda o las moscas? Por esa regla de tres, para que haya mierda en la que retozar, habremos de encontrar algún depositario. Así que nuestros gobernantes, o quien tira de sus hilos atados a la chaqueta, se convertirían mágicamente en ese animalejo con soltura de estómago que va soltando mojones allí a donde se dirige. Y detrás, cómo no, las mosquitas, cargadas de gusanejos hambrientos.


Así es como nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos... ENTRE MIERDA.


(En los ratos libres escribo cuentos para niños, previo pago. Tambien soy alegre y afable, divertido y educativo, no le envidio nada a Pocoyó, o a los Lunnis)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jaja, bonita comparación. Explícita, gráfica y no le falta en absoluto razón, por desgracia. Bravo :)

Anónimo dijo...

mensajes subliminales subrayados de negro XD eso es nuevo. Buena frase de Nach

CryptoQuid dijo...

Si, uno de los "spoilers" es una frase de Nach, de su cancion "Esclavos del Destino".

Y... no son mensajes subliminales, solo son frases que en un principio iban sin censura, pero que tras leerlo para corregir decidi preparar al lector para bombas "anti bases". Asi que mas que mensajes subliminales son advertencias para que te cagues con lo que hay debajo! jajaja