viernes, 25 de noviembre de 2011

El Auge de Creerse lo que No se Es...

Me hace gracia -hasta cierto punto- que, buscando información para un artículo de opinión sobre la violencia de género, me haya topado con que el número de víctimas mortales en España es de 50 en lo que va de año. La verdad es que estuve un tiempo creyendo sin lugar a albergar dudas, que esta "violencia" (que es como todas las demás) era un tema acuciante en estos tiempos en este mi país. Somos 47 millones, y pico, de habitantes en España. Luego, pensé que sería conveniente buscar los abusos, maltratos, etc: 16000 avisos para los Mossos d'Escuadra, 2000 denuncias en Euskadi, 1070 mujeres protegidas en Baleares. Un dantesco espectáculo de violencia que invade cada calle y mentalidad de España, una explosión de hembrismo, feminismo y discriminación positiva que de pronto intenta cambiar incluso al castellano (con la consiguiente respuesta de la RAE y un "toque de atención" por parte de Arturo Perez Reverte).



Lo curioso me ha pasado cuando he intentado enterarme de lo que sucede por África, Sudamérica u Oriente Medio; y lo curioso es que, o no hay datos o están pero no están, porque son difusos: uno, dos, tres, muchos. Y así sucede con todo lo que concierne a un ámbito exterior a los "países desarrollados". ¿Es que acaso las mujeres nigerianas, sudafricanas, marroquíes, chinas, mejicanas, colombianas, argentinas y demás, no importan?¿Acaso valen más las españolas y francesas que las de otras partes más pobres del mundo?

Y mientras en África las mujeres son lapidadas, se les hace la ablación de clítoris y se las usa cual mulas; en México son tratadas como moneda de cambio sexual y vendidas para prostituirse; aquí, en España, se producen manifestaciones multitudinarias porque cobran, supuestamente, menos que los hombres; se las "menosprecia" en el tratamiento del género en la lengua y algunas (por no hablar de muchas) les arrebatan injustamente la custodia de sus hijos a sus padres: con la facilidad que les otorga un sistema judicial que condena la violencia de género en una sola dirección.

Y todos pensamos: "Unos tanto y otros tampoco". Resulta que después de tanto tiempo buscando igualdad, ahora las mujeres del mundo "desarrollado" quieren ser superiores a los hombres y cobrarse más de 2000 años de represión, maltratos e insultos. La cosa es que quieren hacerlo ahora, que por fin estamos intentando cambiar. Al final va a resultar que los hombres deben algo a las mujeres: pues nada, otros 2000 años más de represión, maltratos e insultos por parte de las mujeres, así estaremos en paz. Ojo por ojo y nada de otras mejillas, todos ciegos para no ver lo idiotas que somos. En dos milenios habrá revolución masculinista.

Así es la vida, despierto cada día en un país en el que las feministas creen estar siendo tratadas igual que las africanas, chinas o sudamericanas. Mientras que, las que de verdad son esclavizadas, humilladas, discriminadas, mutiladas, lapidadas, quemadas a lo bonzo y a saber que sinfín de crueldades más, ni siquiera saben que existe una vida mejor. Una vida en la que al menos se las escucharía, así fueran unas ignorantes desagradecidas.

No hay comentarios: