viernes, 5 de agosto de 2011

Torre de Babel

Y heme aquí, frente a un espacio en blanco, por rellenar. Pintor de un cuadro sin empezar, con largo y ancho, todo este entusiasmo. Entre tanto, y que tanto más, mas que exalto el hálito tácito de infinito explícito práctico dialéctico. Lanzo cánticos al vacío, bajo en balsa por mi río, mirando el extinto sentido de lo que antaño fuera un ser querido. Mágico, sin límites, no te limites con lo que oyes, lees o dices. Léxico maldito, mas el estúpido grito que escribo que no se entiende de entre todo lo escogido. Críptico, mas no erudito, clérigo de mi verdad, apóstol de un Dios inexistente y muerto; si no lo pillas, como yo, estate atento. A tientos de un ciego que aprende a ver y palpar; calcando el estrépito, el crepito de los látigos de hoy, al de ayer idéntico.

Recito, sin poesía, solo ansia maldita de querer decir, pero no saber qué, cómo, ni a quién. No sé dónde está el honor, no sé dónde están las ganas de vivir, solo sé que no quiero ser un ser imbécil, entre tanto, que ahora menos que él, soy débil. Podré maldecir, llorar, hervir, quemar, gritar, golpear y odiar... pero no me rendiré. A pesar de lo que el televisor predique, sé que solo intenta que yo sea arcilla maleable en manos de un escultor social de sociedades que vive en un lugar omitido en mapas y hiere la humanidad que tiene con sus largas lanzas traidoras. Él es dios que vigilia, nos crea y nos castiga, nos vende la teletienda y nos compra nuestra vida, sin darnos cuenta. Amargo y sucio dinero.

Y me siento triste, porque aspiro a poder salir al parque algún día y no ver gente consumida y agotada por las drogas. No ver indigentes muriendo de inanición, durmiendo en duro suelo, solos en algún banco o callejón. Aspiro a mirar a algún bar un domingo y no verlo abarrotado de hombres con sus hijos, transmitiendo su fervor por un equipo, ya sea viendo fútbol, moto GP o Fórmula 1; que si el mayor anhela la escudería roja, el niño viste de ferrari, igual con el blanco franquista o el azur-grana catalán. Porque si a los romanos les funcionaba, a ZP y Rajoy también les da sus frutos. Y el usufructo de vidas vacías en su cartera engorda cada día, mientras ellos silencian poco a poco de forma descarada y en nuestras narices a aquel que ose abrir su boca y condenarles. Y no por ello me siento mal, me siento mal porque parece que nos gusta, porque si nos dieran a elegir entre utopía y esto, apenas nos pensaríamos el volver a ser gobernados y dirigidos, para no pensar y morir tranquilos.

Es el clavo maldito de amar la mierda que te cae encima. Y mientras otros se la comen yo intento esquivarla, pero la adarga de la Parca evita mis flechas, no pasará demasiado hasta que su lanza atraviese mis letras. Mas no faltas de sentido ni de verdad, pero les falta fuerza y un canal por que viajar, más que nada mentes y oídos fijos, quietos y requeridos por menester de mejorar. Condenados al olvido, este iluso y otros muchos nos hemos, que aunque ahora veamos éxito; no pasará largo tiempo hasta que se caiga lo que tanto anhelado hemos. Y esto lo sé, sin siquiera haber conseguido mis planes, que sé que la sombra es oscura y no habrá luz capaz de iluminar la mano negra que nos ciega y nos necia el corazón. La torre cae incluso sin haberla terminado.

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