sábado, 14 de enero de 2012

¡Vete a dormir!

En una serie de esas noches en las que me cuesta dormir, mirando el techo o las paredes o la simple penumbra, me he puesto a pensar; sí, unos cuentan ovejitas, otros se drogan, yo me como el coco. Recordé que hacía tiempo habíamos puesto sobre el tapete en clase de física el asuntito de los viajes al pasado y las diferentes teorías respecto a ello, siempre hablando desde la ignorancia, claro. Digamos que la física me encanta, es uno de los pocos campos en los que la realidad siempre es mucho más impresionante, y con amplias creces, que la ficción más estrafalaria. Lástima que muchas veces, cuando las cosas se alejan de las bonitas animaciones digitales que se representan en los documentales, el tema se vuelve engorroso y algebráicamente ininteligible.


Pensando en esto que es tan de mi agrado, reflexioné sobre ciertas aclaraciones que he ido cosechando a lo largo de mi vida sobre la física. Una de ellas es que nada es azaroso; algo que es impresionante, el azar no existe en el universo. Nada pasa porque sí, si algo pasa tiene una causa, si hay una causa hay una consecuencia. Efecto mariposa, amigos. Tal es así que una CPU, de un ordenador, requiere un intrincado algoritmo para generar un numero aleatorio cuando, por ejemplo, le damos al  botón "Random" en la calculadora (la cual prácticamente nadie usa); el resultado de la operación depende incluso de la hora o de la temperatura del núcleo. Y pensando ésto, podríamos seguir la pista a cada uno de los electrones que recorren ahora mi cabeza para poder inventarme tremenda paranoia como ahora viene.

Luego recordé una de las más infames y célebres teorías científicas con respecto al tiempo (vamos, que si es lineal, si se puede viajar al pasado o cambiarlo, o simplemente si hay muchos pasados diferentes). Lo de infamemente célebre, o célebremente infame, viene a que desde luengos años atrás es usada -desde el desconocimiento, claro- por los creadores de cómics, historias de superhéroes y cosas de esas. Y esa teoría, a grandes rasgos, dice que cada decisión que tomamos, cada hecho que pasa, que tiene su antónimo, genera una linea temporal diferente; lo cual nos lleva a un caos de infinitas líneas temporales que generan a su vez otras líneas temporales de forma infinita. ¡Esquizofrenia! Vamos, que si una piedra choca con otra, produce un universo, una línea temporal diferente y bla,bla,bla, y claro, luego queda la línea en la que las piedras no chocan que a su vez hacen discurrir otro tanto infinito de universos. Y línea, y línea, y línea...

Bueno, y digo yo, que no soy un experto en lógica: si nada es azaroso, si nada se produce porque sí, esas piedras o chocan o chocan; no existiría un héroe que se convierte en ant-ihéroe en una dimensión diferente y luchan entre sí, porque ese héroe, electrón por electrón, átomo por átomo, molécula a molécula; cada ápice, célula, tejido y músculo, es como es; en la física, con estas cosas, no caben los "y si...". NO, NO HAY AZAR. Ciertamente, eso es una ley, no es que pueda ponerse en duda a la ligera: así que puedo partir con una base sólida al afirmar que nada es azaroso. Entonces, si lo aleatorio no existe, no pueden producirse diferentes elecciones, las piedras siempre chocan, los villanos son malos y los héroes unos mártires. Lo cual nos lleva a una sola línea temporal, un solo universo, y a una teoría que se cae por su propio peso con el andamiaje aún puesto.

Esto no queda ahí, luego caí en la cuenta de que los Antiguos Griegos tenían la creencia (que ahora no me parece tan despreciable) de que el universo se repetía, que todo ha ocurrido una y otra vez, desde siempre: una buena explicación para los déjà vu. Entonces, metiendo esto en la ecuación, puedo concluir, que todo se ha repetido una y otra vez, siempre, y que volverá a pasar, yo volveré a pensar en ésto algún día -qué remedio- , de la misma manera que lo hago ahora. Mierda, ¿el destino realmente existe? Puede que una civilización de hace más de 2000 años, tuviera razón con algo tan... grande. Aunque, a pesar de todo no tenemos manera de saberlo, más que esperando para ver qué pasa.

Y con la sensación de que puedo haber hecho ésto miles, millones, de infinitas veces, pienso: ¡Vete a dormir!

1 comentario:

Anónimo dijo...

estas peor que yo